19 septiembre 2006

MANIFIESTO DE SOLIDARIDAD CON ESPAÑA


Tengo nacionalidad española (y soy español)
Vivo en Cataluña y quiero ser solidario con el resto de los españoles (y viceversa) NO QUIERO SER DIFERENTE!!
Pero sí quiero... ser y tener los mismos derechos y las mismas condiciones de vida que todos ellos
Por eso....
QUIERO: Que mi IPC último del 4,1 sea el de la media de toda España, o sea, el 3,8 Cada año es superior en Cataluña y me aleja del resto de los españoles
QUIERO: Que una vivienda en Barcelona, valga lo mismo que otra en cualquier punto de Extremadura.
El costo de una en Barcelona me permitiría comprar tres en Extremadura, vivir en una, alquilar las otras dos y así conseguiría incrementar mis ingresos
QUIERO: Que el agua que yo pago a 18€/m3 valga igual que la de una urbanización próxima a Valencia que cuesta a 0,3€/m3
QUIERO: que el billete ordinario del bus de Zaragoza, que cuesta 0,75€ sea lo que me cuesta a mi, que ahora pago 1,15€.
QUIERO: Que el impuesto de Transmisiones Patrimoniales del País Vasco, que ahora está exento, sea igual para mis hijos cuando hereden (si es que lo logran), en Cataluña tiene una escala semejante a la del I.R.P.F.
QUIERO: que la ITV, que en Melilla cuesta 19 euros, sea lo que yo pague, en vez de los 44,65 euros que yo desembolso.
QUIERO: Que cuando mis hijos empiecen el curso tengan libros de texto GRATIS, como en Andalucía y Extremadura no gastarme 200 y 300 euros como hasta ahora.
QUIERO: Que de las seis salidas que tiene, por ejemplo, la ciudad de Madrid sean de pago al menos cinco, como ocurre en Barcelona y no gratuitas como ahora o... también gratuitas las de Cataluña.
Que la red de autopistas que atraviesa Andalucía-Extremadura, Murcia, Castilla-La Mancha y Castilla León sea totalmente de pago y carísima como la que cubre Cataluña...
... y no gratuita como ahora, a pesar de que la densidad de tráfico es una 20ª parte de las autopistas catalanas (o al revés).
QUIERO: Implantes dentales GRATUITOS, como en Extremadura.
QUIERO: Por si cambio de opinión algún día, cambio de sexo GRATUITO, como en Extremadura y Andalucía.
QUIERO: Como pensionista, tener unos ingresos idénticos que cualquier otro semejante a mi, como por ejemplo, un señor/a de Valencia de Alcántara.
Quiero en definitiva....Ser igual que un ciudadano Extremeño, Andaluz, Manchego, Castellano o Leonés.
Por eso....Cuando yo sea IGUAL que todos los españoles, con todo lo que me sobre, gustosamente....¡¡¡SERÉ SOLIDARIO!!! Mientras tanto lo soy a la fuerza.

Para acabar de una vez con tantos mitos, embustes y demagogia; que hay algunos que chupan de la teta y encima, no le quieren dar de comer a la Vaca.
Os lo pide un español de Cataluña, con 44 años de Vida laboral y además autónomo...

LAS EDADES DEL HOMBRE

Dios creó al burro y le dijo: " Serás burro, trabajarás incesantemente de sol a sol cargando bolsas en el lomo, comerás pasto, no tendrás inteligencia y vivirás 50 años". El burro contestó:"Señor, seré burro pero vivir 50 años es demasiado para mí.Dame solamente 20". Y Dios se los concedió.
Dios creó al perro y le dijo:"Cuidarás la casa del hombre, serás su mejor amigo, comerás los huesos que te den y vivirás 25 años".El perro contestó:"Señor seré perro pero vivir 25 años es demasiado.Dame 10 años nada más".Y Dios se los concedió.
Dios creó al mono y le dijo:"Serás mono, saltarás de rama en rama haciendo payasadas, serás divertido y vivirás 20 años".El mono contestó"Señor 20 años es demasiado.Dame solamente 10".Y Dios se los concedió.
Finalmente Dios creó al hombre y le dijo: "Serás hombre, el único ser normal sobre la tierra, usarás tu inteligencia para preponderar sobre todos los animales, dominarás el mundo y vivirás 20 años".El hombre respodió:"Señor seré hombre pero vivir 20 años es muy poco, dame los 30 que el burro rehusó, los 15 que el perro no quiso y los 10 que el mono rechazó".
Así hizo Dios y desde entonces el hombre vive 20 años como hombre, se casa y pasa 30 años como burro, trabajando y cargando con todo el peso sobre su hombro, después cuando los hijos se van, vive 15 años de perro cuidando la casa, para luego llegar a viejo, jubilarse y vivir 10 años de mono, saltando de casa en casa, o de hijo en hijo, haciendo payasadas para divertir a los nietos.

18 septiembre 2006

El hundmiento de una isla

¿ PUEDE HUNDIRSE LA ISLA DE LA PALMA ?

Es una situación que tiene de todo cuanto uno pudiera pedirle a una película de catástrofes naturales. Una maravillosa isla volcánica en pleno Océano Atlántico está a punto de sufrir un colapso de dimensiones catastróficas y amenaza con originar unas olas tan gigantescas que causarían verdaderos estragos por todo el globo en el transcurso de tan sólo unas cuantas horas. Mientras la comunidad científica intenta, en vano, hacer oír sus preocupaciones a este respecto, los gobiernos de todo el mundo se dedican a mirar hacia otra parte.

Sin embargo, el lunes pasado, un destacado experto en la materia declaraba que este escenario, tan cargado de terribles presagios, no sólo es real sino que, además, también está siendo absolutamente ignorado por las autoridades políticas actualmente en el poder.

Bill McGuire, director del Centro de Investigaciones de Acontecimientos Peligrosos Benfield Grieg, perteneciente al University College de Londres afirmaba que una enorme roca, del tamaño aproximado de la isla de Man (53 por 31 kilómetros), está a punto de desprenderse de la isla volcánica de La Palma, en las Islas Canarias.

Cuando esta gran roca -el profesor McGuire asegura que no procede contemplar esta situación en condicional, es decir, plantearse si ocurrirá o no- se hunda bruscamente en las aguas del océano, levantará con su impacto toda una serie de olas gigantes, una clase de olas comúnmente conocidas bajo el nombre de mega tsunamis.

Tras desplazarse a velocidades que llegarían a alcanzar los 800 kilómetros por hora, estos enormes muros de agua viajarían a través de todo el océano y golpearían contra islas y continentes, dejando detrás de sí un espantoso reguero de destrucción.

Los mega tsunamis son de una longitud muy superior a la que tienen las olas que todos estamos acostumbrados a ver. «Cuando una de esas olas se acerque a algún lugar determinado, tardará en llegar hasta ese sitio entre 13 y 15 minutos», asegura el profesor McGuire. «Una ola de esta clase es como una enorme pared de agua».

Los modelos informáticos sobre el posible colapso de la isla demuestran que las primeras regiones en verse golpeadas por las enormes olas -que llegarían a medir hasta 100 metros de altura- serían las Canarias. Al cabo de unas cuantas horas, la costa oeste de África también se vería batida por olas de un tamaño muy similar.

Entre nueve y 12 horas después de que se produjera el hundimiento de La Palma, olas de entre 20 y 50 metros de altura habrían cruzado 6.500 kilómetros de océano para reventar contra las islas del Caribe y en la costa Este de los Estados Unidos y Canadá.

Los peores estragos los causarían en puertos y estuarios, que, a su vez, servirían para canalizar estas gigantescas olas hacia tierras del interior. Las pérdidas de vidas humanas y la destrucción de propiedades alcanzarían, con toda probabilidad, dimensiones inmensas, según afirma el profesor McGuire.

Además, el investigador británico añadía que Gran Bretaña no se libraría totalmente de sus efectos. Lo más probable es que olas de unos 10 metros, aproximadamente, chocaran contra su costa sur entre cuatro y cinco horas después del colapso de la isla canaria, causando graves daños en puertos e instalaciones turísticas.

Los científicos reconocen que es bastante raro que se produzcan esta clase de desastres naturales, de una naturaleza tan devastadora. Como promedio, se produce uno cada 10.000 años. Pero la isla de La Palma podría hundirse mucho antes. «Lo importante es que sabemos que ya se está moviendo», argumenta el investigador McGuire.

La Palma ya despertó la atención de los científicos allá por 1949, cuando su volcán principal, llamado Cumbre Vieja, entró en erupción, dando lugar a que, posteriormente, se desprendiera del flanco occidental de la isla una enorme porción de roca y que ésta penetrase hasta cuatro metros en las aguas del océano.

Los científicos creen que el trozo de tierra que podría desprenderse en esta ocasión, está todavía deslizándose muy lentamente hacia el agua. Aseguran, además, que es muy probable que una nueva erupción del volcán haga que colapse el flanco occidental de la isla en su totalidad. «Cuando comience el fenómeno, es muy probable que todo el proceso se produzca en unos 90 segundos, aproximadamente», añadía el profesor McGuire.

A pesar del riesgo, se está haciendo muy poco para tratar de monitorizar la actividad geológica de la isla de La Palma. Lo único que se ha hecho, hasta ahora, ha sido instalar unos cuantos sismógrafos en el precario flanco occidental de la isla. Pero son unos aparatos que no proporcionan la suficiente información como para poder predecir cuándo tendrá lugar una nueva erupción volcánica.

«Es una situación realmente preocupante», comenta McGuire. El fenómeno se producirá, casi con total certeza, en el transcurso de una nueva erupción. El problema es que, con unos cuantos sismógrafos instalados en la isla, no nos es posible obtener los datos que necesitamos».

El científico hace una seria llamada para lograr que se haga un esfuerzo internacional y se instalen en la isla sensores mucho más sofisticados, así como el posicionamiento adecuado de algunas unidades de satélites, con el objetivo de poder detectar la velocidad de la masa de tierra que caiga en el océano. «Necesitamos disponer de mejores dispositivos para la monitorización de fenómenos como éste, de tal manera que podamos ser capaces de saber exactamente cuándo está a punto de producirse una nueva erupción del volcán», dice el profesor McGuire.

Por lo que se refiere a las inversiones, un sistema de estas características costaría sólo unos cuantos cientos de miles de euros. «El Gobierno de los Estados Unidos debería estar muy atento a la amenaza que supone para su país la isla de La Palma. Los estadounidenses deberían estar realmente preocupados por este asunto», afirma.

Al igual que ellos, también deberían estar preocupadas las autoridades de las islas del Caribe, que son las que tendrían que soportar realmente la parte más dura de las consecuencias del colapso de la isla canaria. «Pero no se lo están tomando con ninguna seriedad. Los gobiernos cambian cada cuatro o cinco años y generalmente no están interesados, en absoluto, en este tipo de cosas», denuncia.

Incluso con un nuevo equipo de monitorización que ya estuviera instalado en la isla, La Palma presentaría un problema muy difícil de resolver para quienes estuvieran encargados de mitigar, en la medida de lo posible, los efectos de los desastres naturales.

Una hipótesis sin fecha

Es que es muy poco lo que se puede hacer para proteger a la isla de los efectos que se deriven de su propio hundimiento. Las barreras que se podrían colocar no serían capaces de aguantar la presión que se produciría con tan tremendo oleaje y una posible división de la isla en dos partes antes de su colapso sería, además de muy peligrosa, una pérdida de tiempo que entrañaría muchos problemas.

Los nuevos sensores que el profesor reclama podrían advertir de una inminente erupción con dos semanas de anticipación. Pero no hay nadie que pueda saber si la isla colapsará durante la próxima erupción o en las siguientes, algo que podría no ocurrir en varios siglos.

Por otra parte, ordenar una serie de evacuaciones masivas de la población podría suponer un impacto financiero que, a su vez, podría originar un resentimiento social si, finalmente, resultara ser una falsa alarma. Un desastre de semejantes dimensiones podría afectar a una población de hasta 100 millones de personas, desde la costa de África a las Islas Canarias y a lo largo de toda la costa este de Norteamérica.

«El futuro presidente de EEUU deberá hacer, en algún momento y un serio llamamiento a toda la comunidad internacional. Porque, cuando entre en erupción la isla de La Palma, ¿qué es lo que van a hacer?», se preguntaba el profesor McGuire. « ¿Va a ordenar el nuevo presidente norteamericano la evacuación de las principales ciudades de la costa este? Porque si lo hace y se equivoca, nadie le va a volver a prestar atención nunca más y, en las siguientes elecciones, le echarán del cargo», se cuestionaba el investigador británico.
La historia geológica de la isla de La Palma comenzó hace millones de años y se prolongará otros millones de años. Esta historia, como la de cualquier otra isla volcánica, está llena de episodios constructivos y destructivos que se suceden al ritmo del tiempo geológico, con periodos generalmente bien definidos, aunque tan dilatados que no pueden extrapolarse al modesto calendario que utilizamos a escala humana.

Ciñéndonos a los episodios destructivos, la mejor -o única- información se encuentra en los depósitos del material movilizado. Una gran parte de este material se encuentra en los fondos marinos y puede corresponder a la acumulación de grandes o pequeñas avalanchas, cuya área madre pudo ser en parte subaérea, pero mayoritariamente submarina, del talud insular.

Este tipo de depósitos se asocia a la fase inicial del crecimiento insular (entre cuatro y 2,6 millones de años para la isla de La Palma). Tres episodios destructivos subaéreos, definidos por depósitos que afloran en superficie, indican que hace más de medio millón de años ya se había completado el último de estos procesos de deslizamiento que, aunque pudo ser de gran magnitud, ni destruyó la isla, ni fue unitario o repentino, ni hay porqué asociarlo a perturbaciones oceánicas catastróficas.

De acuerdo con unos principios básicos, a los que se atienen los especialistas, es lógico suponer que los procesos geológicos que se desarrollarán en la isla los próximos siglos, serán similares a los que vienen sucediendo en los últimos centenares o miles de años, y, en ningún caso, remontándonos a lo que pudo ocurrir hace millones de años en un periodo evolutivo insular totalmente distinto al actual.

En este marco, los procesos destructivos previsibles serán puramente erosivos, enmarcados en la red de barrancos y escarpes costeros. Cualquier modificación de este criterio, tendría que basarse en la aparición de nuevos síntomas, que tampoco ocurrirían de una manera súbita.

Por otra parte, la actividad volcánica actual en la isla de La Palma es bien conocida y no ofrece motivos de especial preocupación, aunque requiere una vigilancia. En la alarmista especulación se alude como posible desencadenante del teórico colapso a unas fallas aparecidas en la erupción del volcán Nambroque o San Juan del año 1949.

Tras la alarma surgida hace cuatro años, se tomaron medidas que permitieron comprobar la estabilidad de las laderas que podrían verse afectadas. En su momento, los especialistas españoles ya emitieron unos informes.

La difusión de alarmas injustificadas, es una vía frecuentemente utilizada por determinados investigadores para llamar la atención sobre sus trabajos y conseguir financiación.

Fuente: El Mundo

13 septiembre 2006

el Pentagono y el 11-s



PENTAGONO:•Se nos ha dicho que el Boeing 757-200 del vuelo 77 de American Airlines, con 64 personas a bordo, se estrelló contra el Pentágono a las 9,38 h. Pero...
• El Departamento de Defensa, en un breve comunicado de unas doce líneas sacado casi a las diez, afirma que “sigue respondiendo al ataque” y expresa su “pésame a las familias de las víctimas fallecidas y heridas en este desaprensivo ataque”. Por dos veces, pues, habla de “ataque”, pero en ningún momento menciona que se haya estrellado un Boeing ni siquiera, más en general, un avión. ¿Acaso aún no lo habían visto veinte minutos después, y ello a pesar de que dicho comunicado afirma que “Todo el personal ha sido evacuado del edificio, mientras los servicios de urgencia del Departamento de Defensa y de las poblaciones vecinas se enfrentan a las llamas y a las urgencias médicas”?
• ¿Qué proceso hizo que el inicial ataque de naturaleza no explicitada se convirtiese más tarde en el choque de un Boeing? .Pero para aceptar que efectivamente se trató del choque de un Boeing, hay que responder importantes cuestiones. Por ejemplo: ¿Cómo pudo llegar un avión a chocar contra el Pentágono, que probablemente sea el espacio aéreo y terrestre más protegido y mejor defendido del mundo, tras, oficialmente, más de 40 minutos de secuestro, en los que recorrió casi 500 Km.? ¿Acaso estuvo el avión enviando los códigos adecuados hasta que se estrelló, de forma que no despertó la alarma de los sofisticados medios de seguridad del Pentágono? ¿Cómo es que los cazas que, según se dice oficialmente, salieron en su persecución llegaron diez minutos tarde?
• ¿Cómo es posible que un avión Boeing 757-200 que pesa unas 100 toneladas, que tiene un fuselaje de cuatro metros de diámetro, dos solidísimos motores de más de ocho metros de perímetro, 38 metros de ancho, 47 mm/h, produjese un agujero casi redondo que atravesó limpia y diagonalmente (en ángulo de unos 45 º) tres de los cinco anillos del Pentágono dejando en la entrada un agujero rectangular de unos cuatro por seis metros, y en la parte interior (la más alejada del lugar de impacto) del tercer anillo un agujero casi perfectamente circular de unos 2,30 m. de diámetro?
¿Por qué no se ha pasado ni una sola vez la filmación del choque del vuelo 77 contra el Pentágono? ¿Por qué hasta marzo del 2002 los militares no hicieron públicas cinco fotos que afirman que forman parte de la filmación del choque del avión contra el Pentágono, contradiciendo así su afirmación inicial de que no había habido filmación alguna? ¿Tiene algo que ver con este cambio y con la presentación de estas supuestas pruebas el que acabase de aparecer en Francia el libro de Thierry Meyssan “La gran impostura. Ningún avión se estrelló contra el Pentágono”?
¿Cómo explicar que, también tras la aparición del mencionado libro, medios de comunicación franceses presentasen como resto del fuselaje una pieza metálica de apenas un metro de longitud encontrada a unos cien metros del inmueble, pieza que ni siquiera aparece en la lista oficial de material del vuelo 77 encontrado, lista que se reduce a las dos cajas negras -eso sí, inutilizables- y un faro? ¿Y que, en cambio, a fines de marzo del 2002 el FBI declarase al periódico francés Liberation que tienen almacenadas en un hangar las piezas que reconstruyen casi todo el avión?¿Por qué el agua utilizada por los bomberos es agua normal, por lo que no tiene el color rojizo-parduzco característico que le dan los productos retardantes que se mezclan con el agua cuando se trata de combatir incendios producidos por hidrocarburos?
¿A qué se debe que la explosión inicial, su dinámica, su color, etc., no tenga nada que ver con la que hubiese ocurrido si realmente se tratase del choque de un Boeing?
¿Cómo explicar qué el color de las llamas, del humo y de los residuos de hollín dejados son de un fuego urbano normal, por lo que tampoco corresponden a un incendio por queroseno?
¿A qué se debió que entre el impacto y la aparición de estas llamas transcurriesen unos segundos en los que sólo había creciente humo y ninguna llama, cosa imposible si se tratase del combustible de un avión?
¿Qué experimentadísimo piloto pudo maniobrar el Boeing hasta chocar casi a ras de suelo pero sin tocar la hierba, ni las farolas de alumbrado, ni los cables de electricidad, etc.? ¿Por qué preferir el difícil choque contra una fachada de 24 metros de altura al facilísimo impacto contra el techo del Pentágono, que tiene una superficie de 29 acres?
¿Fue casualidad que el impacto tuviese lugar precisamente en la única pequeña parte del Pentágono que estaba en obras, por lo que murieron un general y 124 civiles en lugar de las muchísimas más víctimas que el mismo impacto hubiese provocado entre las 23.000 personas que ahí trabajan diariamente si hubiese chocado en cualquier otra parte del Pentágono? Sabiendo que en esta zona renovada iba a instalarse el nuevo Centro de Mando de la Armada, ¿tiene algún significado especial que el Jefe del Estado Mayor de la Navy, el almirante Vern Clarck, no se incorporase a la Sala de Mando del National Military Joint Intelligence Center, como hicieron en seguida los otros oficiales de Estado Mayor, sino que abandonase precipitadamente el Pentágono?
• ¿Qué justifica que al día siguiente, y de manera ilegal -como en el caso de las Torres; ver más adelante-, se comenzó ya a quitar los escombros, de manera que no pudiese realizarse ningún estudio riguroso sobre el propio terreno?
• ¿Por qué se olvida que según algunos testimonios hubo dos explosiones? ¿Y que numerosos testigos hablaron de “ruido estridente, como de avión de caza”, de “algo que hacía el ruido de un misil”, de “casi como un misil guiado térmicamente, fijado hacia su objetivo y permaneciendo exactamente en su trayectoria”, de “por su velocidad y manejabilidad, no podía tratarse de un avión comercial sino de un aparato militar”,...?
• ¿Cómo explicar que el Secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, dijese el 12 de octubre siguiente, en unas declaraciones al Parade Magazin que recogen la página web de su Ministerio, que “Aquí estamos, hablando sobre cuchillos de plástico y sobre usar un vuelo de la American Airlines lleno con nuestros ciudadanos, y el misil para dañar este edificio y similar (inaudible) que dañó el World Trade Center”?
• Si no chocó contra el Pentágono, ¿qué fue del vuelo 77 y de las 64 personas que llevaba?
• ¿Qué justifica que al día siguiente, y de manera ilegal -como en el caso de las Torres; ver más adelante-, se comenzó ya a quitar los escombros, de manera que no pudiese realizarse ningún estudio riguroso sobre el propio terreno?
• ¿Por qué se olvida que según algunos testimonios hubo dos explosiones? ¿Y que numerosos testigos hablaron de “ruido estridente, como de avión de caza”, de “algo que hacía el ruido de un misil”, de “casi como un misil guiado térmicamente, fijado hacia su objetivo y permaneciendo exactamente en su trayectoria”, de “por su velocidad y manejabilidad, no podía tratarse de un avión comercial sino de un aparato militar”,...?
• ¿Cómo explicar que el Secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, dijese el 12 de octubre siguiente, en unas declaraciones al Parade Magazin que recogen la página web de su Ministerio, que “Aquí estamos, hablando sobre cuchillos de plástico y sobre usar un vuelo de la American Airlines lleno con nuestros ciudadanos, y el misil para dañar este edificio y similar (inaudible) que dañó el World Trade Center”?
• Si no chocó contra el Pentágono, ¿qué fue del vuelo 77 y de las 64 personas que llevaba?

OPERACIÓN NORTHWOODS.
¿El enemigo de la democracia estadounidense es interior?
En 1962, para legitimar una guerra contra Cuba, el Estado Mayor interarmas de Estados Unidos había proyectado atentados terroristas contra su propia población. El documento desclasificado que presentamos, revela el plan de la Operación Northwoods: una serie de atentados con víctimas civiles y militares norteamericanas para movilizar a la opinión pública contra Fidel Castro. El Estado Mayor planificó particularmente, un atentado contra un navío de guerra y un secuestro aéreo. El proyecto de los generales fue impedido por el presidente Kennedy un año antes de su asesinato. Entre los conjurados figuraban responsables actuales del ejercito de EE.UU.
La operación Northwoods se proponía convencer a la comunidad internacional de que Fidel Castro era tan irresponsable que representaba un peligro para la paz de occidente. Para ello, se plantea orquestar, y luego imputar a Cuba graves daños sufridos por Estados Unidos. He aquí algunas de las provocaciones proyectadas:
Atacar la base estadounidense de Guantánamo. La operación se realizaría con mercenarios cubanos bajo uniforme de las fuerzas armadas de Fidel Castro. Incluiría varios sabotajes y la explosión del polvorín de municiones, lo que necesariamente provocaría importantes daños materiales y cuantiosas víctimas.
Hacer explotar un navío estadounidense en aguas territoriales cubanas es una manera de reavivar la memoria de la destrucción del “Maine”, ocurrida en 1898 (266 muertos), y que provocó la intervención americana contra España en la Guerra de Cuba. El buque estaría en realidad vacío y teleguiado. La explosión se vería desde La Habana o de Santiago para que se disponga de testigos. Operaciones de rescate se organizarían para dar crédito a las pérdidas. La lista de víctimas se publicaría en la prensa y falsos funerales se organizarían para suscitar la indignación popular. La operación hubiera empezado cuando navíos y aviones cubanos estuviesen en la zona para poder imputarles el ataque.
Aterrorizar a los exiliados cubanos organizando alguna explosión en Miami, en Florida, y hasta en Washington. Falsos agentes cubanos serían arrestados para disponer de confesiones. Falsos documentos comprometedores, establecidos de antemano, serían embargados y distribuidos a la prensa.
Movilizar los Estados vecinos de Cuba acreditando una amenaza de invasión. Un falso avión cubano bombardearía de noche República Dominicana, u otro Estado de la región. Las bombas utilizadas serían por supuesto de fabricación soviética.
Movilizar la opinión pública internacional destruyendo un vuelo espacial tripulado. Para mayor golpe de efecto, la víctima hubiera sido John Glenn, el primer americano en haber recorrido una órbita completa de la Tierra.

UNA PROVOCACIÓN QUE SE ESTUDIÓ PARTICULARMENTE.
“Es posible crear un incidente que demuestre de manera convincente que un avión cubano atacó y derribó un vuelo charter civil procedente de Estados Unidos y con destino a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela”. Un grupo de pasajeros cómplices, que podrían ser estudiantes por ejemplo, hubieran embarcado a bordo de un vuelo charter de una compañía poseída por la CIA. A la altura de Florida, el avión cruzaría una réplica, un avión aparentemente idéntico, pero vacío y transformado en avión sin piloto. Los pasajeros cómplices regresarían a una base de la CIA, mientras que el avión mantendría aparentemente su trayectoria y su destino. El avión emitiría mensajes de auxilio indicando que ha sido atacado por cazas cubanos, y explotaría en vuelo.
La realización de alguna de estas operaciones implica necesariamente la muerte de numerosos ciudadanos norteamericanos, civiles y militares, o por lo menos la creencia de que a si ha sido. Pero precisamente es el coste humano elevado lo que hace de ellas acciones eficientes de manipulación.
Los documentos de la Operación Northwoods han sido inicialmente publicados en Australia por John Elliston –Psy War on Cuba, The Declassified History of US Anti-Castro Propaganda, Ocean Press Ed., 1999- sin provocar supuestamente reacciones en los Estados Unidos. Han sido nuevamente utilizados por el periodista de ABC News, James Bambord en su historia de la NSA –Body of Secrets, Anatomy of the Ultra-Secret National Security Agency from the Cold War to the Dawn of a New Century, Doubleday Ed., 2001- suscitando entonces cierta emoción entre los historiadores.

del hundimiento del maine al 11-S



La manipulación mediática del hundimiento del Maine fue imprescindible para preparar a EEUU para la guerra en 1898
¿Antecedente del poder mediático? Ciento cinco años después del hundimiento del acorazado norteamericano Maine, ocurrido en la Bahía de La Habana la noche del 15 de febrero de 1898, las causas que dieron lugar a tan dramático suceso siguen marcadas por la controversia y el debate Pero al margen de esas interrogantes no esclarecidas hasta nuestros días —la tendencia más aceptada apunta a considerar la causa más probable de la destrucción del buque una explosión interna a la cual se atribuye diverso origen—, lo que sí es irrefutable es cómo los medios de difusión de los Estados Unidos manipularon los aspectos emocionales y "patrioteros" del hecho, para crear un estado de opinión favorable a respaldar una contienda bélica contra España.
Como bien señala el historiador cubano Gustavo Placer Cervera, un reconocido especialista en el tema, el hundimiento del Maine fue convertido en un buen pretexto que permitió declarar la guerra a la nación ibérica e intervenir en la gesta independentista de los patriotas cubanos frente al régimen colonial.
Contexto histórico
Terminaba el año 1897 y la metrópoli española, ante el empuje de los insurrectos y el fracaso de la cruel política de reconcentración de Weyler, decide, mediante decreto, conceder a Cuba la autonomía a partir del primero de enero de 1898, en un último intento de retener a la más preciada de sus posesiones.
Varios incruentos disturbios callejeros entre opositores y partidarios de la autonomía fueron suficientes para que el entonces cónsul de Estados Unidos en La Habana, Fitzhugh Lee (furibundo partidario de la intervención), telegrafiara a Washington y planteara la necesidad del envío a la capital cubana de buques de guerra, con la supuesta finalidad de "preservar las vidas y bienes de ciudadanos norteamericanos ante un eventual agravamiento de la situación".
Tal petición era apoyada por los más agresivos grupos de poder de la nación norteña, para quienes la ya casi inminente victoria de las huestes mambisas era un obstáculo a sus ambiciones expansionistas.
Así, con el pretendido argumento de hacer un gesto de buena voluntad hacia España y reanudar las visitas navales amistosas a puertos cubanos, el 25 de enero de 1898 el buque Maine entró en la rada habanera, con una dotación de 354 tripulantes, de los cuales 26 eran oficiales.
El 15 de febrero de 1898, alrededor de las 9:40 p.m., la ciudad fue sacudida por un fortísimo estruendo (varios testigos refieren haber escuchado dos explosiones casi de manera simultánea). En medio de múltiples estallidos posteriores de las municiones que portaba y de un voraz incendio, el Maine hundía su proa en las aguas de la bahía.
Murieron de inmediato 260 hombres, y seis fallecieron tiempo después a causa de las heridas recibidas, incluido el teniente de navío John J. Blandin, quien era el oficial de guardia en el momento de la explosión.
Del total de víctimas mortales, solo tres eran oficiales y el resto tripulantes, en su mayoría personas de origen escandinavo, alemanes e irlandeses.
Un detalle poco divulgado es que al ocurrir la detonación, el comandante del Maine, capitán de navío Charles D. Sigsbee, estaba en su cámara y fue el último en abandonarlo. La mayoría de la oficialidad también se encontraba a bordo.
La prensa en acción
Apenas conocida la noticia y mucho antes de constituirse las respectivas comisiones investigadoras norteamericana y española para esclarecer el hecho, la gran prensa estadounidense, bajo la batuta del empresario William Randolph Hearst, levantaba una ola de acusaciones contra el Gobierno ibérico.
El New York Journal, New York World y otros diarios no vacilaban en afirmar que la voladura del Maine se debió a la acción de un torpedo o mina del enemigo. Aquel suceso fue calificado de verdadero ultraje a la nación norteña y la campaña en favor de una respuesta militar se hacía más virulenta.
Se publicaron todo tipo de artículos, testimonios, noticias, cartas de adolescentes y otros escritos que aumentaban la atmósfera belicista contra España, entre ellos un célebre trabajo del famoso Buffalo Bill titulado Cómo podría expulsar a España de Cuba con treinta mil indios bravos.
La histeria desatada alrededor del hundimiento del acorazado dio el fruto esperado. Aunque la comisión investigadora creada por el Gobierno norteamericano no pudo concretar ningún tipo de responsabilidad en la pérdida del buque, el presidente McKinley, en un mensaje al Congreso, pidió autoridad "para terminar con la guerra en la Isla y conseguir para esta un gobierno estable".
El 19 de abril de 1898 se aprobaba por ese órgano legislativo la famosa Resolución Conjunta, cuyo texto autorizaba al mandatario del incipiente imperio a forzar a España a abandonar a Cuba y decía "reconocer" el derecho de la Isla a la independencia, mientras el 25 de abril se hacía pública la declaración de guerra. Al fin, el anhelado propósito de intervenir en la Mayor de las Antillas se hacía realidad.
Sin duda, con la manipulación del hundimiento del Maine, la prensa cumplió el encargo de preparar psicológicamente a los norteamericanos para llevar adelante aquella contienda bélica, una práctica que a lo largo de más de cien años el imperio ha utilizado en numerosos conflictos, llámense Corea, Viet Nam, cruzada mundial contra el terrorismo, Afganistán o Iraq.